viernes, 14 de marzo de 2008

Decir "negro" en New York.


Este artículo es de Elvira Lindo publicado en El Pais en el 2006 bajo el título de "Torosalvaje II"...pero creo que vale la pena recordarlo....os añado los videos correspondientes que encontré buceando en youtube , tanto de la metedura de pata del actor como de su "pedir perdon".¿Qué actor y que serie?
Sainfeld...y qué actor?....
Michael Richards

"...
La serie terminó hace años, pero gracias a las reposiciones la popularidad no ha bajado, y cada noche, a las once, nos sentamos frente a la tele a recibir nuestra comunión diaria. Seinfeld siempre es socorrido si quieres hablar con un extraño: mucha gente se sabe diálogos de memoria y es como recurrir a un chiste que a todo el mundo hace gracia. Más complicado ha sido, como era de esperar, el futuro de los actores. Les ha ocurrido aquello que aterroriza a tantos cómicos: son tan queridos por sus personajes de ficción que el público no les quiere haciendo otra cosa. El único que logró escapar del encasillamiento fue el propio Seinfeld, que llena teatros con sus monólogos. Pero el pasado martes ocurrió algo que dio un giro dramático a esta historia, convirtiéndola en uno de esos argumentos que alimentan la literatura y el cine americanos: el éxito y la caída. Kramer, el payaso, el que tenía el arte del gag mímico que funciona desde el hombre de Atapuerca y que te arranca la risa más infantil, ha pasado los 20 últimos años tratando infructuosamente de ser conocido por su verdadero nombre, Michael Richards, pero el público se lo ha negado. La semana pasada Richards se encontraba en un club de Los Ángeles haciendo un monólogo cómico. El género del stand up es duro, hay que tener una pasta especial para aguantar a un público a veces grosero, no siempre dispuesto a prestarte atención. Hay también una especie de tradición espantosa, la de los hecklers, alborotadores que van a chafar la actuación. Kramer, probablemente algo borracho, vencido, desesperado por hacerse oír, increpó a un grupo que había entre el público. Eran negros. El actor estaba tan fuera de sí que empezó a gritarles pronunciando la palabra prohibida, la palabra que puede costarte la expulsión de la vida social, esa que los norteamericanos nombran con una N. Nigger, negro, palabra para nosotros no ofensiva pero que aquí retrotrae a quien la pronuncia a los tiempos más vergonzosos de la historia del país. Las palabras del viejo cómico fueron éstas: "¿Qué pasa, negros? Os habéis pasado todo el tiempo hablando y hablando, negros. Por menos de esto hace 50 años os hubieran colgado boca abajo y os hubieran metido un tenedor por el culo. ¿Qué, os escandalizáis, os sorprende lo que tenía por dentro? ¿Es que ya no se puede llamar a un black por su nombre, nigger?".(Lee todo)



Pidiendo disculpas.



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