domingo, 4 de enero de 2009

Primer Festival de la Digna Rabia.(Mexico)


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PRIMER FESTIVAL DE LA DIGNA RABIA.(haz clic en la frase)
..."Hay básicamente dos formas de hablar de la crisis. La forma más obvia es echar la culpa a los capitalistas y al capitalismo. La crisis es la demostración del fracaso del capitalismo. Necesitamos una revolución. Hay que hacer la revolución de la forma más eficiente posible. Y mientras, tenemos que pedir más empleo, más gasto social, subsidios para los pobres y no para los ricos. La comprensión de la crisis como la crisis de ellos nos regresa a la política de la víctima, de las demandas, de la revolución futura.

La otra forma es decir que no, no es así: nosotras y nosotros somos los responsables de la crisis, y no es que tengamos que hacer la revolución porque ya la estamos haciendo y la crisis es la expresión visible del hecho que la estamos haciendo. El capitalismo es un sistema de dominación, de subordinación. La existencia del capital depende de nuestra subordinación. No solamente eso, sino que depende de una subordinación cada vez más absoluta de la vida al trabajo alienado. Si no logra imponer esta subordinación total, entra en crisis abierta.

Nosotras y nosotros somos los insubordinados, nosotros somos la crisis del capital. La gran crisis de 29 fue resultado de la ola de insubordinación que se expresó en la revolución rusa. La crisis de hoy es resultado de las olas de insubordinación de los últimos cuarenta años. La crisis en ambos casos es una crisis pospuesta, pospuesta por la expansión de crédito, que oculta el vínculo entre la insubordinación y sus consecuencias y da a la crisis de producción la apariencia de una crisis financiera. La expansión del crédito es una suerte de apuesta sobre la explotación futura del trabajo, es decir sobre la subordinación futura de nuestra actividad, una apuesta que el capital está perdiendo. Nosotros somos la insubordinación que es la crisis del capital, y no nos vamos a subordinar.

Es mejor asumir nuestra responsabilidad. Nos ayuda a entender nuestra fuerza: no somos los perdedores de siempre: nuestra rebeldía, nuestra insubordinación, nuestra dignidad está sacudiendo al sistema. La crisis del capital es la expresión de la fuerza de nuestra dignidad. Entonces no hay que pensar en la crisis como el colapso del capitalismo sino como la erupción de la dignidad, el nacimiento de otra cosa, de otras relaciones sociales, relaciones sociales basadas en la dignidad, en la digna rabia.

El desafío de la otra política es fortalecer este proceso, esta creación de otro mundo. No puede ser cuestión de pedir más empleo o más Estado, porque estos significan la renovación de la subordinación al capital. No pedimos nada a nadie, más bien vamos desarrollando aquí y ahora la insubordinación creativa, expandiendo lo más que podamos los momentos y espacios donde decimos «no nos vamos a subordinar a los requerimientos del capital, vamos a hacer otra cosa, vamos a fomentar la auto-ayuda, la cooperación, la creación en contra del capital.» No es fácil, no es obvio, pero esta es la dirección en la cuál tenemos que caminar, que explorar. Con rabia, pero con una rabia que va abriendo otras perspectivas, creando otras cosas, una digna rabia.
Preguntando caminamos.

México DF, Lienzo Charro, Primer Festival Mundial de la Digna Rabia, el 28 de diciembre de 2008.
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