jueves, 4 de junio de 2009

Urbanizar o colonizar Buenos Aires

Urbanizar el aluvión zoológico

Y las villas de emergencia porteñas, creciendo, apiladas unas contra otras, se vuelven a ser blanco fácil: “cuna de delincuentes”, “bastión de la inseguridad”. La droga. Casi como un lamido de impureza. La villa y los villeros regresan a inquietar la paciencia. La droga. Los peruanos. La fobia racista. Cosa delicada. Porque entonces algún poder podrá reclamar acción, «civilizarlos», y otra vez el destierro, la cosa dura.

Eso dicen- dice Carlos Mamani, de la 21. Nos van a urbanizar. No sé bien que significa. Uno tiene su forma de vivir. Venimos desde lejos. Mi familia es puneña. Tardamos tres generaciones en llegar a Buenos Aires. Y eso no nos cambio en el fondo. Seguimos siendo la cultura que somos. Macri habla de urbanizar. No sé que significa eso. Pero no suena lindo. Siempre ha sido así. Allá quitarnos la tierra, aquí quitarnos la tierra. Es la misma lucha. Y no lo van a lograr. Ni los milicos lo lograron. Tampoco ahora....”

Bueno. Habrá resistencia. Además, la sospecha que bajo el sello de la urbanización se esconde la patraña. La confabulación de los poderosos.

Urbanización. La urbanización de los “decentes y poderosos” aparece como conquista y colonización. Repetir la historia. Basta de negrada.

La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos.

Cultura villera señala valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad. ¿Por qué pensar que el cambio de apariencias -cambio de una casa de ladrillo y chapa hecha por el esfuerzo del villero por otra casa del Instituto de la Vivienda de varios pisos- es ya un progreso?; Luces

“Van a venir. Esta tierra vale demasiado para que tengamos nuestras casas aquí. Eso dicen. Empujarnos, mandarnos al medio de la provincia, empujarnos. No lo van a conseguir. Y no estamos solos. Tenemos compañeros, tenemos los curas que son hermanos, tenemos la CTA y venimos luchando por organizar esto, terminar con esto de ser segregado por vivir aquí. Yo me llamo Norma y nací aquí. Mis padres vinieron del Chaco. Tengo mis hijos aquí. Y con problemas. Sí. Nos han segregado, nos han pagado nada por el trabajo y así mismo levantamos la casa. Y no la vamos a dejar.

Bueno.

¿Urbanizar o colonizar? Eso se preguntan los curas villeros.

No creemos en esta urbanización, más bien creemos en un encuentro de culturas que conviven, aprenden, comparten. Más que urbanizar nos gusta hablar de integración urbana, esto es, respetar la idiosincrasia de los pueblos, sus costumbres, su modo de construir, su ingenio para aprovechar tiempo y espacio, respetar su lugar, que tiene su propia historia.

Y lo firman: Equipo de Sacerdotes para las villas de emergencia Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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