Un llamado antes de la hipotermia

El 113 no es un número azaroso ni arbitrario. Señala las muertes ocurridas entre 2008 y 2009 que contabiliza la ONG Proyecto 7 entre las personas que viven en situación de calle en la Capital Federal. Un combo letal las provocó: la indigencia y la pobreza estructurales, la deficitaria política del Estado porteño en salud, vivienda y alimentación y los de-salojos compulsivos combinados con las enfermedades, adicciones y bajísimas temperaturas registradas en estos días del año. Aquella cifra cobra vida cuando se revelan historias que la explican mejor, que hablan de existencias miserables, de seres que se levantan y se acuestan a la intemperie. Página/12 registró varios casos apoyándose en los datos de la organización que los denunció, en Médicos del Mundo que cuenta con un móvil de asistencia y contención que recorre la ciudad y en los testimonios de quienes todavía siguen durmiendo en plazas o parques, y debajo de los puentes y autopistas.(lee todo)

fuente foto y fragmento literario-

"Amanece en el parque" Fotografía de Carlos Alegretta

"El último Croto" (fragmento)

Un vientito libertario
cruzaba por mi moyera
cuando "cuadré" la "linyera"
con todo lo necesario.
A rumbos imaginarios
trazados en mis desvelos,
por las huellas de mi suelo
partí con el "mono" al hombro,
como pichón con asombro
intentando el primer vuelo.
Felipe Olivera Moreno

• “Hay un lapso tremendo, clave, en el que se produce la hipotermia, y con ella la tragedia: entre las 8, 9 de la noche y las 6, 7 de la mañana, pero la clave está en que la gente avise”, evaluó el presidente de la Red Solidaria, Juan Carr, cuando caía la tarde del día en que el frío polar arreció en Argentina. A poco de iniciar una recorrida por la ciudad de Buenos Aires, Carr recordó las recomendaciones de la Red: “Pedirle a la gente, que en general está acostumbrada a ver a alguien durmiendo en la calle cerca de su casa, tal vez en una esquina o en una plaza, que avise. Que llame a una ambulancia, que pida ayuda a los vecinos o que llame a la policía si no sabe qué hacer. Una noche como la de hoy (por el miércoles) y la de mañana (por el jueves), es clave que esa persona no esté en la calle durmiendo, aunque habitualmente viva allí. Abramos los ojos.” En tanto, la Red logró el compromiso de la municipalidad de Tigre para que las cámaras de vigilancia callejera permitan también detectar personas en situación de calle que puedan precisar ayuda; la organización está en tratativas para que el gobierno porteño y la municipalidad de Vicente López hagan lo mismo. En las últimas dos semanas, sumando Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, Bariloche, La Pampa y San Luis, diez personas en situación de calle fallecieron por hipotermia.

• En toda la ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con estimaciones que comparten autoridades y ONG, hay alrededor de 1200 viviendo en la calle, mientras que se estiman cerca de ocho mil en el Gran Buenos Aires y un total de 20 mil en todo el país. A lo largo de un año, en Capital y el conurbano bonaerense, las muertes ocasionadas por hipotermia oscilan entre las 50 y las 60. En noches tan crudas como las que se suceden bajo la ola de frío polar “es clave que no haya gente durmiendo en la calle. Y si hay alguien tiene que hacer que esa gente esté bajo techo o que se abrigue”, insistió Carr. Al atardecer, Carr organizaba la salida que haría por la noche con voluntarios y el departamento solidario de un club de fútbol, para auxiliar a 1200 porteños sin techo. “Nunca es normal que una persona viva en la calle, pero menos todavía en noches como éstas.”

• Otras estimaciones indican que, además de las personas sin techo, alrededor de 1.200.000 familias pasan frío en los barrios más humildes y más de 500 mil mayores de 70 años tienen dificultades para calefaccionarse. “Pero de todas maneras, todos esos son números muy difíciles de precisar. De hecho, en estos momentos nos han dicho que en la ciudad de Buenos Aires hay el doble de personas viviendo en la calle que el año pasado. No sé si eso es cierto, pero nosotros hemos detectado que ahora hay más familias en la calle que hombres solos. Y esto no habla sólo de las autoridades, sino de la comunidad: nos podríamos preguntar qué hacen 20 mil argentinos viviendo en la calle. La noche va a ser tan dura que salvar una vida es un éxito en sí mismo.”

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