skip to main |
skip to sidebar
Apuntes discontínuos: 2001: el big bang criollo:
No es demasiado original afirmar que diciembre de 2001 significa en el imaginario la peor crisis de que se tenga memoria. En los números, también. Este Apunte tendrá como objetivo contar algo de esa historia y también compartir las impresiones que este ignoto profesor de provincias pudo recoger de esos dramáticos días y las reflexiones actuales sobre lo que sucedió. Cabe aclarar que en aquellos tiempos no se tenían muy en claro los motivos de la crisis que se avecinaba. En pleno neoliberalismo no se podía advertir por qué el agua –para no abusar de la escatología- se estaba aproximando al cuello. De la Rúa no había sido votado por la mayoría para cambiar las reglas del juego, sino para terminar con la macabra fiesta de corrupción y derroche que había instalado el populismo menemista. Porque aquello sí era populismo, pues las autoridades se exponían ante la opinión públicadisfrutando de manera bestial las imposibilidades de la mayoría: riqueza, mujeres, deportes, festicholas. Era como la proyección promiscua de un deseo superficial y machista. La mayoría pensaba que con menos corrupción el país andaría mejor. Pero no. De tropiezo en tropiezo. De error en error. La especulación financiera es un vampiro que absorbe hasta la última gota de sangre, sólo para pedir más; es un monstruo que devora hasta las últimas migajas y después pide otro plato; es desaforado y brutal, ciego y destructivo, un carroñero ávido e insaciable. Y si la política está ausente, traspasa todos los límites éticos. Ni la vida perdona.LEE TODO
No hay comentarios:
Publicar un comentario