lunes, 7 de mayo de 2012

Médicos en Huelga caen en el delito(Bolivia)

MÉDICOS SE EXCEDEN Y AMENAZAN A POLICÍAS “INFECTARLOS” CON VIH

En el mes de movilizaciones, en Santa Cruz se cosieron los labios, en Cochabamba bloquearon carreteras, en La Paz usaron a niños y amenazaron con infectar a los policías.28 de marzo, los médicos iniciaron el paro indefinido contra la restitución de las ocho horas de trabajo en el sistema de salud pública./foto y explicación
Editorial PERIÓDICO CAMBIO
La huelga médica rebasó todo límite de la demanda social y a estas alturas se constituye ya en un delito de lesa humanidad que merecerá, más temprano que tarde, el juicio de la sociedad y desde luego un proceso penal contra quienes ignoraron por completo sus deberes y dejaron morir a sus pacientes. No hay justificación posible ante las muertes de seres humanos y ante el fallecimiento confirmado ayer de al menos dos bebés en el Hospital de la Mujer, en La Paz, por falta de atención médica.

Los médicos en huelga no sólo han renunciado en la práctica a su juramento profesional, sino que han trastocado la moral pública que tiene que ver con el respeto a la vida de los seres humanos. Pese a los esfuerzos y el llamado del Gobierno a que los galenos retornen a los hospitales y cumplan con su sagrada misión, éstos han decidido mantener sus medidas de presión y una huelga que desde su declaratoria, hace más 40 días, vulnera un derecho humano fundamental como es el derecho a la vida. Fue pues una medida ilegal y atentatoria a ese sagrado derecho.

La indignación queda corta frente a los resultados que hasta ahora ha tenido la radical medida de los médicos y salubristas que desconocen la voluntad del Gobierno para encarar una salida integral al tema de salud y prefieren abonar el terreno de la confrontación y la violencia. Todo indica que la irracionalidad se ha unido con velados intereses que de lo político oscuros han cruzado francamente hacia el delito puro y llano. No otra cosa supone dejar morir a la gente, no atender a los pacientes que les reclaman una cirugía, una curación inmediata, una atención de rutina.

Han muerto ayer dos niños en el Hospital de la Mujer de la sede de Gobierno, y éstas se suman a dos anteriores muertes por falta de atención médica. Ya no se trata de simple negligencia, se trata de un delito que debe ser procesado conforme a las leyes vigentes en el país para castigar a los responsables intelectuales y materiales. El discurso antigubernamental no puede justificar estas muertes de ningún modo, y el conjunto de la sociedad no puede admitirlas. Por más opositores que sean no pueden matar niños ni dejar morir a personas que están bajo su responsabilidad en los hospitales. No tienen derecho a hacerlo.

Por lo demás, la comunidad está consciente de la insensibilidad que ha hecho presa de muchos galenos, cuyo afán de lucro es la razón de su profesión. Lo ha sufrido día a día durante decenios. Testimonios de negligencia médica sobran y llenan por cientos los expedientes. Los casos de maltrato son carta corriente en los hospitales públicos así como el tráfico de pacientes hacia consultorios y clínicas privadas. La vida parece no tener valor y la muerte es algo “normal” para muchos que se escudan detrás de un barbijo, pero para los pacientes y sus familiares no lo será jamás. Ésa es parte de una cruda realidad que ha creado el sistema de salud hecho a la medida de quienes han montado una maquinaria que vela el privilegio de pocos y que hoy manipula incluso a la comunidad universitaria bajo la supuesta defensa de conquistas sociales.

Para encarar los problemas relacionados con la crisis del sistema de salud y con el objetivo de impulsar una profunda resolución en el área, el Presidente del Estado ha convocado a una cumbre para el mes de julio, un reto para el conjunto de la sociedad. Entretanto, urge pues que los médicos conscientes dejen la intransigencia, retornen a la cordura para bien de esa noble profesión, de la sociedad y en definitiva para precautelar el bien superior de la humanidad: la vida.



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