domingo, 29 de julio de 2012

Mestizo: Cuando el censo se torna disenso




El nuevo censo que se realizará a partir de noviembre del presente año permitirá la conformación de un nuevo mapa socioeconómico del país. El censo será un diagnóstico para reconocer los avances y los retos que debemos enfrentar como nación de naciones y un Estado Plurinacional (multinacional) en plena transformación, de Estado Neoliberal a Estado Integral, para rescatar un axioma zabaletiano. Pero el Censo Nacional de población y vivienda Bolivia 2012, tiene muchos otros significados, y aquí Marx es bienvenido, porque él lograba ver, donde otros solo podrían observar, por la niebla ideológica de su visión de clase,  significantes, Marx veía significados dentro de otros significados. De una manera semiológica y dialéctica. Entendiendo el signo como una manifestación ideológica de clase.

Uno de los  significados del censo es el rescate de la identidad de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas. Y esto va más allá de haber el nombre de sus naciones plasmadas en la boleta censal, es una deuda histórica a los pueblos que fueron esclavizados, mutilados e incluso “culturizados”, que también es una forma de etnocidio, donde no se mata las colectividades étnicas,  pero sus conciencias.   Y es exactamente esto que se tornó la manzana de la discordia, una manera de la derecha recobrar cierta vigencia proselitista, después de la desmoralizada Novena Marcha del TIPNIS (que debería llamarse novela). Con el argumento de que “todos somos mestizos”, hacen una campaña mediática para la inclusión del termino el la boleta censal. Intentan transformar el censo en un disenso.  Pareciera que el gobierno esté negando el derecho de identidad a una colectividad. Volviendo al tema de ver significados dentro de otros significados, para no confundir la esencia con la apariencia de los fenómenos como dijera Marx, debemos entender el significado político de un pedido que parece autoidentitario. Aquí se trata de escaños en la Asamblea Plurinacional. Teniendo como base el resultado del censo el Ejecutivo deberá asignar 36 representantes indígenas en el Legislativo, al menos es lo que expresa la CIDOB, ya desprestigiada por sus vínculos con la derecha más cavernaria de Bolivia, principalmente su máximo dirigente, Adolfo Chávez, que fue desconocido, deslegitimado  por sus bases y ahora no pasa de un perro fiel de los “faccios”  de la oligarquía cruceña. Con el termino “mestizo” en la boleta, la derecha hará una campaña mediática gigantesca para que hasta los ayoreos de Rincón del Tigre, marquen esta casilla.  Intentando alterar la composición de los escaños de diputados en la Asamblea Legislativa Plurinacional.

En Bolivia el censo de población y vivienda, se realiza cada diez años, determinado en base al decreto de Ley Nro. 14100, el 05 de Noviembre de 1976, durante el gobierno del dictador Hugo Banzer Suarez. El primer censo en el país se realizó en 1831 en el Gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz, posteriormente se realizaron los Censos de Población: 1835, 1845, 1854, 1882, 1900. Consecutivamente en 1950 se realizó el séptimo Censo de Población y el primero de Vivienda, durante el gobierno de Mamerto Urriolagoitia. Posteriormente haberse realizado la distribución de escaños en 1900 se efectuó la distribución de escaños considerando la determinación de 16 legisladores para la Cámara de Senadores y 69 para la Cámara de Diputados.
Durante el último censo efectuado en 2001 en el gobierno de Hugo Banzer, se determinó que el país contaba con una población de 8.274.325 de habitantes de los cuales 3.108.443 pertenecen al área rural y 5.165.882 al área urbana, según los datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Demostraré en estas líneas, del por que no hay bases sociológicas, biológicas, genéticas, étnicas ni culturales para que el termino “mestizo” (que incluso es un anacronismo histórico) haga parte de la boleta censal. Esto no pasa de un racismo disimulado con intencionalidad  política. 

Mestizo como sello del Imperio español

El termino  mestizo fue acuñada por el Imperio español en el siglo XVI, para clasificar a una de las "cruzas"  o "castas" que hacían parte de la estratificación social de tipo racista impuesta en sus colonias en América: la del hijo de un padre o madre de raza "blanca" y una madre o padre de raza "amerindia". El sistema de castas español derivó de la doctrina medieval de los estatutos de limpieza de sangre. Las personas clasificadas como mestizas tenían un estatus social disminuido, que les impedía o limitaba su acceso a la educación y a posiciones de mando, propiedad o prestigio.

Con la independencia de la America española, los nuevos estados surgidos en el siglo XIX, abolieron las "prerrogativas de sangre y nacimiento", estableciendo la igualdad ante la ley. Después de la independencia, la palabra se mantuvo para denominar a las personas o culturas que descienden de indígenas americanos, afroamericanos y españoles. En éste último sentido se ha dicho que prácticamente toda la población hispanoamericana es mestiza, se mantuvo un error de “clasificación”, que no tiene básica empírica, ni científica. A las clases dominantes les gustan resucitar exónimos (nombre con que otra comunidad denomina a una dada) y transformarlos en endónimos (la denominación étnica, o etnónimo, con que se autodenomina una comunidad cultural, lingüística, étnica o nacional a sí misma) para intentar causar identidad con las clases que explotan. En el oriente  la palabra “camba” era un exónimo, las clases dominantes, principalmente de Santa Cruz, utilizaban el término para denominar a los originarios del pueblo, de forma peyorativa, despreciativa. “Estos cambas patazas”, era una frase bien recurrente, tanto como las palabras “kunumis”, “paicos”, lo son ahora para la misma clase dominante. Para causar identidad con su pueblo, “ser camba” pasó de exónimo a autónimo, para la burguesía. En el oriente todos son cambas, unos más que otros, principalmente si son dueños de los grandes medios de producción. Si alguien del occidente se identifica con el proyecto de clase de la “oligarquía camba”,  lanzan el aforisma de que el camba nace donde le da la gana.  La Nación Camba llevo estos devaneos a la máxima potencia, pero por la falta de criterio cientifico para justificar sus afirmaciones, perdió peso y anchura. Con la identificación de las clases explotadas hacia las clases explotadoras es más fácil para la última imponer su proyecto político.  Ahora, resucitan una palabra del tiempo colonial, un sello del Imperio español, donde “todos somos mestizos” con el fin ultimo de intentar cambiar la correlación de fuerzas en la Asamblea Plurinacional, si logran imponer este falso concepto en la boleta censal. Hay que recordar a Marx & Engels de la Ideología Alemana: “Las ideas dominantes de una época, son siempre las ideas de las clases dominantes”.

Mestizaje, la subversión ideológica de la genética

Del cuestionario de los censores, la pregunta que la derecha esta tornando capciosa es la siguiente:
“¿Se considera perteneciente a alguna nación, pueblo indígena originario campesino o afroboliviano?”.
A continuación se ofrecerá un abanico de 56 posibilidades, entre raciales y culturales. Es por esto que la derecha grita a los siete vientos y siete mares, pese que somos un país mediterráneo, que la palabra mestizo tiene que estar presente en el listado. Quieren transformar esto en un imperativo categórico kantiano.   
Los ilustrados teóricos y defensores léxicos del término mestizo afirman que esto es el resultado de la “mezcla de razas”. Y sin criterio científico alguno, utilizan todo su gigantesco aparato comunicacional para implantar esta idea. Entonces vemos a Paulovich, en su noticia desperfilada en el periódico El Deber, convencer a la cholita cochabambina Macacha que es una mestiza que comparte los mismos genes de los que degollaron sus ancestros. Puede que esto sea así, pero esto no la convierte en mestiza, así como porqué Neil Armstrong pisó la luna, si es que realmente pisó, lo convierte en lunático, a lo mucho en patético. Gonzalo Jordán Lora, en La Razón, habla de una comezón en los censores al ver que “la mayoría” al no se identificar con las 56 posibilidades entre raciales y culturales, no sabrá que casilla marcar, y tal vez marcaran todas, borrarán y volverán a marcar, a causa que pueden tener “la piel café con leche, una abuela aymara,  un bisabuelo italiano y una tátara-abuela del oriente que tuvo como novio a un ayoreo”. Esconde el hecho que simplemente pueden marcar la casilla “otro” ó “ninguna de las anteriores. Erika Brockmann Quiroga, va más allá, y no digo esto solo porque algunos de sus textos aparecen en el periódico El País de Argentina. Digo esto porque ella también tiene la seguridad que habrá una mayoritaria respuesta de “otros y/o ningunos” en la boleta del censo 2012. La misma seguridad que los cristianos esperan hacen más de dos mil años la segunda vuelta de Jesucristo. Llama del “ninguneo” censal, una alternativa al “mesticidio” del gobierno.  Admito que ella es muy buena con juegos de palabras, debe ser por esto que dejó a un lado sus jueguitos políticos cuando descubrió que la Asamblea no era una casa de muñecas. Y antes que me tachen de machista, debo decir que creo en el papel de la mujer en la vida política, sea en la realpolitk ó en las luchas sociales, pero en el caso de  Erika Brockmann Quiroga su visión de clase la impide ver que el término mestizo significa el etnocidio de las demás naciones, porque el mestizo no es un pueblo, no es una cultura, es solo una opción que anula todas las anteriores, las suplanta, pues la determinación ideológica es: “Todos somos mestizos”.  Ya vimos el origen histórico de la palabra mestizo, nacida como una palabra despreciativa en el tiempo colonial, utilizarla seria un anacronismo. Mestizaje como “mezcla de razas” seria una subversión de las leyes de la genética, primero porque no existen razas humanas, sino una sola raza humana. Segundo porque no hay parámetros científicos para clasificar “el grado mestizaje”, los nazis intentaron con las leyes de Nuremberg, y que no me acusen de “reductio ad hitlerum” (si Hitler lo hizo es por que era malo).  La derecha quiere hacer lo contrario con el mismo efecto racial. Se de un lado los nazis intentaban probar la “pureza racial” aquí quieren declarar la “impureza de la raza cómo mezcla de todas las otras”, pero de la misma forma racial quieren anular “el otro” indígena. Es una suerte de limpieza étnica.

En genética no existe la clasificación “mestizo”, tal vez el ornitorrinco, pero él vive en Australia y no responderá al censo boliviano. La mezcla de razas no existe, lo que existe es una combinación de la genética, replicación, transcripción, procesamiento (maduración del ARN) con las experiencias del organismo la que determina el resultado final, un ser humano. Los genes corresponden a regiones del ADN o ARN, dos moléculas compuestas de una cadena de cuatro tipos diferentes de bases nitrogenadas (adenina, timina, citosina y guanina en ADN), en las cuales tras la transcripcion (síntesis de ARN) se cambia la timina por uracilo —la secuencia de estos nucleótidos es la información genética que heredan los organismos. El ADN existe naturalmente en forma bicatenaria, es decir, en dos cadenas en que los nucleótidos de una cadena complementan los de la otra. Esto sí no hacen todos humanos, independientemente de nuestra etnia. Es una locura querer pensar que un cromosoma X de un aymara con un cromosoma Y de una croata dará origen a un mestizo XY. La mezcla de genes, no es mestizaje, se denomina miscegenación.  Espero que no empiecen una campaña para poner la palabra “miscegenado” en la boleta del censo. De cierta forma todos los seres humanos somos el resultado de una miscegenación diversa. En este sentido no existe una “pureza racial”. Pero cuando hablamos de pueblos indígenas ó originarios hablamos también de una identificación cultural, no de un determinismo biológico, genético. No existe parámetro científico para clasificar un “mestizo”, porque el “mestizo” no existe. Es un contra sentido querer suplantar la miscegenación genética con una palabra de los tiempos de la colonia como el de mestizo/mestizaje. Dicho de otra forma, esta es solo otra manera de etiquetar a colectividades humanas, negando su identidad. El concepto de “mestizo” es un concepto ideológico que no tiene un cuerpo teórico definido, ni pies ni cabeza.  Ni parámetro científico alguno.  La derecha boliviana que gusta tanto subvertir las leyes de la razón, ahora intenta desesperadamente subvertir las leyes de la genética. “Ser mestizo” no es ni real, ni racional, y parafraseando a Hegel: “Todo lo que es real es racional, y todo lo que es racional es real”.

Mestizo: la mixofobia de la derecha

La mixofobia es el miedo a mezclarse con alguien diferente. El fomento de la mixofobia es otro punto preponderante en las clases dominantes. Va más allá del racismo, de la xenofobia, del etnocentrismo, y es al mismo tiempo la síntesis de todo esto. Esta mixofobia y este rechazo al prójimo exceden de la dimensión racial. Si se rehúsa la sangre del otro para el matrimonio mixto, se rehúsa también su religión, su cultura y su manera de ser.  La miscegenación es el mejor antídoto definitivo a largo plazo contra la discriminación racial y religiosa. Unamuno decía que “el fascismo se cura leyendo, y el racismo viajando”. El mestizo es superior a los “cholos”, a los “indios”. Pretende ser la negación de la negación, la síntesis entre el europeo y el indígena, negando la identidad del segundo y haciendo “aleluyas” a la dominación cultural del primero.  El “mestizaje” es la nueva eugenesia buscando la “mejora” de los rasgos hereditarios de los bolivianos  mediante la exclusión del indígena, primero social.  La derecha hace una suerte de “ingeniería mental” midiendo todos con los mismos genes en sus acalorados discursos mediáticos. De esta ingeniería mental a la ingeniería genética, es un paso. Intentan  con este discurso del “mestizaje” hacer parecer que todos somos iguales, todos somos mestizos. Este discurso, que es ideológico, esconde las diferencias de clase, esconde que no somos iguales, esconde su explotación. Esconde que los que quieren ser mestizos en las clases dominantes se consideran europeos. Esconde un proyecto político, ideológico que tiene por fin último volver al control del Estado. Debemos ser concientes que el “ser mestizo” es una construcción ideológica, es tan real como la posibilidad de pescar ballenas en Saturno. Tal vez, los extraterrestres, si es que existen, sean mestizos.

¿A que etnia pertenecen los mestizos?

Ya vimos que el concepto de razas humanas es acientífico. Lo que existe es una sola raza humana, y dentro de ella diversas etnias. La definición clásica de etnia, “es un conjunto de personas que comparten rasgos culturales, lengua, religión, celebración de ciertas festividades, música, vestimenta, tipo de alimentación, una historia y comúnmente un territorio. Dichas comunidades comúnmente reclaman para sí una estructura social, política y un territorio” (Del vocablo “Etnia” de Wikipedia). Etnia es un factor sociocultural y escasamente biológico refiriéndose a la adaptación al clima dependiendo del lugar donde se han desarrollado las generaciones anteriores. En cuanto que la raza humana es una especie sin sub grupos (homo sapiens sapiens). Generalmente se aprecia que los grupos étnicos comparten un origen común y tienen una continuidad en el tiempo, es decir, una historia o tradición común y proyectan un futuro como pueblo. Esto se alcanza a través de la transmisión generacional de un lenguaje común, unas instituciones, unos valores y unos usos y costumbres que los distinguen de otras etnias. Friedrich Engels, se anticipándose ochenta años a la moderna teoría antropológica, en su magistral obra “El origen de la familia, de la propiedad privada y del estado” y  “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, deshace la idea que la razón, característica exclusiva de nuestra especie, había sido el motor de la evolución. Muestra como la sociedad primitiva, que era matriarcal pasó a ser patriarcal con la aparición de la propiedad privada, cuando ciertos individuos de la comunidad se apropiaron del excedente económico, dando inicio a la sociedad de clases. En Bolivia todavía existe el ayllu en el occidente y la propiedad común en muchas comunidades del oriente. Los  jesuitas fundaron Las Misiones, en la chiquitania, para salvar a los indígenas de la esclavitud del Imperio español, en cambio esclavizaron sus almas. Después de la expulsión de los jesuitas en el siglo XVI, los indígenas abandonaron las misiones y volvieron al bosque, fundando diversas comunidades. Hoy en día existen 36 pueblos originarios en Bolivia, que tienen su propia lengua, cultura, tradición, etc. 36 naciones,  y muchas otras etnias, según el INE  suman 56. ¿A que etnia  pertenece los “mestizos”? Dado que no hay un parámetro genético, biológico, cultural para tal definición. ¿Cómo definir el indefinible? ¿Cómo conceptuar lo que no existe? Tampoco la antropología puede hacerlo. Así como el mestizaje no existe como asociación de genes, los mestizos no existen como asociación de personas. Como una colectividad, como una etnia. Mas una vez, no hay donde perderse aquí. Los “mestizos” no existen en el espacio ni en el tiempo. No conformaron comunidad alguna, porque nunca existieron concretamente. Siempre fueron los seres abstractos de la mente del Imperio español. Es más fácil categorizar a los pitufos de etnia, que a los “mestizos”, que solo existen en la mente de sus defensores ideológicos, y en verdad es la nueva arma ideológica de la derecha para poner en marcha sus planes siempre macabros.

Los que no se identifican como siendo  indígenas originarios ¿que son?

Todos son bolivianos. Pero también son el producto de la mezcla de varias etnias, culturas y contextos socioeconómicos. Esta mezcla, esta miscegenación es que hace Bolivia rica, en una cultura de culturas, una nación de naciones. Quien no se identifica con un pueblo indígena originario puede marcar la casilla “otro/ninguno”, y antes de caer en el “ninguneo” criticado por la derecha, esto puede ser un ejercicio creativo. Algunos marcando la casilla “otro/ninguno” pueden imaginarse españoles, otros croatas, habrá alguno que se considere alemán. En fin, uno puede imaginarse lo que quiera, y ser lo que quiera ser. Habrá algunos que querrán ser un lustro ó un tótem. No importa, lo único que sí es verdadero, es que no hay parámetros epistemológicos para la utilización del término “mestizo”.  Ya escuché por ahí que en Bolivia no hay mestizos, solo indígenas y “culitos blancos”. Yo, un “miscegenado”,  nacido en la chiquitania boliviana (¿chiquitano?) con un tatarabuelo materno italiano, un abuelo paterno alemán, sin ser nada de todo esto, marcaré la casilla “otro/ninguno”, porque es irracional para mí utilizar la palabra mestizo, que por donde se la mire, seguirá siendo una palabra fuera de contexto y la nueva bandera ideológica de esta derecha putrefacta.  Marcando la casilla “otro/ninguno”, también dejare volar mi imaginación. Imaginaré que todos somos bolivianos y que las únicas diferencias que hay entre nosotros son las diferencias de clase, y estas, deben ser superadas, no con conciliación, pero con socialización de los medios de producción. 

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