lunes, 9 de octubre de 2017

Catalunya (NO) podrà mantener el euro como moneda

DESMONTANDO EL NO

*Traducido del catalán LEER EL ORIGINAL EN SU FUENTE y ver mapa económico. ALBERT SEGURA - CATALUNYA Desde Bruselas:

Las más de 7.000 multinacionales extranjeras que hay establecidas en Martorell, por ejemplo, en la Zona Franca y lasl 22 @, en Cassà de la Selva o la petroquímica de Tarragona garantizan que la Cataluña independiente mantendría el euro como moneda y continuaría formando parte del mercado común. Francia y Alemania, como el resto de la UE, serían las primeras interesadas en preservar el derecho de libre circulación de mercancías, servicios, capitales y personas con las que sus empresas operan actualmente en el país, de Schneider y Nissan en BASF o Volkswagen, pasando por Solvay. Y no permitirían los aranceles, las barreras comerciales y el aislamiento económico con que amenaza el unionismo español.

España no puede echar fuera unilateralmente a Cataluña del Espacio Económico Europeo, no tiene derecho de veto y por formar parte basta con la mayoría cualificada (es decir, con el apoyo de 19 de los 28 votos). Ni siquiera es necesario ser miembro de la UE, como Noruega, Islandia y Liechtenstein. Y lo último que querría el resto de Europa es perder un mercado de siete millones y medio de habitantes, con un PIB per cápita que, con 28.590 euros, ha vuelto a los niveles pre-crisis, que importa bienes del extranjero por valor de más de 77.800 millones de euros anuales (en datos de 2016) y que, además, es un núcleo industrial potente.

La economía europea puede recaer en una tercera recesión y no tiene ningún interés en perder uno de sus cuatro motores (los Cuatro Motores para Europa es un consorcio creado en 1988 por Cataluña, la región francesa de Rhône-Alpes, Lombardía italiana y el land alemán de Baden-Württemberg). Cataluña no es precisamente una región subvencionada: aporta más de lo que recibe a las arcas comunitarias y en Bruselas, después de tantos rescates y con la pesadilla hecho realidad del Brexit, lo último que necesitan es dejar escapar un contribuyente neto que, además , es claramente europeísta.

Tampoco para usar el euro no es obligatorio ser socio de la UE: Andorra, Mónaco, San Marino, el Vaticano, Montenegro y Kosovo operan con esta divisa no formando parte de la unión monetaria. Incluso, si fueran muy mal y Bruselas pusiera impedimentos incluso para firmar un acuerdo similar con Cataluña, el nuevo Estado podría crear una moneda propia con un tipo de cambio que fuese siempre ligado al euro, como han hecho muchos países centroamericanos y sudamericanos con el dólar. Ninguna de estas opciones no son, evidentemente, un modelo a seguir ni la mejor opción. Cataluña no tendría silla en el BCE y no podría decidir sobre la política monetaria (fijar los tipos de interés, controlar la inflación ...) Pero, de hecho, actualmente España tampoco tiene la silla.

El deterioro de la marca España y de su credibilidad internacional ha llegado al nivel de expulsar el Estado del consejo ejecutivo del BCE: Luxemburgo le ha tomado la silla en España. Y el ejecutivo del PP se quedó solo rechazando que el holandés Jeroen Dijsselbloem preside el Eurogrupo. Todo apunta, además, que el BCE quisiera seguir teniendo bajo su supervisión y paraguas la banca catalana: CaixaBank y el Banco Sabadell están consideradas entidades "sistémicas" en el ámbito europeo, es decir, demasiado grandes para caer porque podrían desestabilizar todo el sistema financiero de la zona euro.

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