martes, 2 de diciembre de 2008

Diario CLARIN y suma y sigue.



MARTIN en Encuentro Latinoamericano publica lo siguiente:

Clarín y la libertad de ex(RE)presión

La verdad que cada día me convenzo más de que Clarín es el dueño de mi vida. Porque cuando no leo una tapa del diario y sufro un principio de úlcera, me topo con TN y algún nuevo invitado de lujo que me revuelve las tripas o sin quererlo me encuentro con notas como la que sigue.

No hay lugar dónde ellos no estén, son los dueños de mi TV, del internet que uso para tratar de no consumir su información sesgada... ellos son dueños de nuestras vidas aunque no lo queramos.

Voy a colocar íntegramente una carta escrita por un ex periodista de Clarín. Por favor, si tienen la oportunidad léanla. Y si pueden también difúndanla, porque Clarín no lo va a hacer por nosotros. Lo que van a leer a continuación es en mi opinión un horror, pero no crean que es todo, tengo otra mas horrorosa para comentarles.

El lector "El hombre suburbano" hizo pública la información en ésta nota del blog de Tenembaum y Zlotogwiazda (que no están para esas boludeces de la libertad de expresión), a mí realmente me pareció impactante.

Claudio Diaz renuncia a Clarin despues de sufrir "aprietes" del diario por sus declaraciones: "Ya no tengo es estómago para tragarme las cosas que hace este diario en nombre del periodismo”.

Autor de "Manual del Antiperonismo Ilustrado" Díaz renuncio hoy al diario Clarín por "aprietes" sufridos a raíz de sus declaraciones a la revista Veintitrés.

CLAUDIO DIAZ: PORQUE RENUNCIÉ A CLARIN.

Por Claudio Diaz

Este viernes será mi último día de trabajo en el querido Zonal Morón / Ituzaingó.

He tomado la decisión de renunciar al cargo de redactor que ejercía y, como es de rigor en estos casos, quiero despedirme de los amigos que gané durante mis siete años de permanencia en el diario y de los buenos compañeros con los que compartí muchas tardes entretenidas.

Pero no quiero irme sin antes explicarles, a ustedes y también a quienes ocupan los cargos jerárquicos de esta empresa, los motivos de mi retiro.

A fines de marzo la revista Veintitrés me pidió una opinión sobre el rol que cumplen los medios periodísticos y algunos intelectuales en la elaboración del discurso político actual.

Yo efectué una dura crítica a lo que se da en llamar el Grupo Clarín y acentué, particularmente, lo que a mi criterio había sido una clara manipulación informativa durante la cobertura del conflicto Gobierno vs. Campo, tanto por parte del diario como de Canal 13 y TN.

En este caso no hice más que expresar, libremente, la vergüenza que me provocó -como periodista pero también como simple ciudadano- el ejercicio “periodístico” del Planeta Clarín y sus satélites.

La reacción por parte de la empresa, como es de suponer, fue inmediata.

Y hasta la consideré razonable.

Es más: a uno de los colegas aludidos, Julio Blanck, le dí explicaciones acerca de por qué yo lo incluía en una lista de hombres de prensa que -desde mi punto de vista- sostienen un discurso “progresista” pero le terminan haciendo el juego al llamado establishment.

Hasta ahí todo bien.

Lo que siguió después es distinto.

Las autoridades editoriales (en este momento no se me ocurre otro término) le comunicaron a mis jefes que “de ahora en más” dejara de escribir la página 3 del Zonal (que se supone es la más “importante”) y que me limitara a hacer -es textual- “notas blandas”.

Una estupidez, realmente.

Pero pocas horas después se emitió otra orden: que no se me autorizara a tomar la totalidad de días de vacaciones adeudados, que había pedido para esta semana..

No dieron argumento alguno para justificar la negativa.

La verdad es que por ninguno de estos dos castigos tendría que haberme hecho mala sangre.

Sin embargo, dije “basta” y tomé la decisión de no seguir adelante con mi trabajo en el Zonal, harto del doble discurso de este diario, de su hipocresía, de pontificar en sus editoriales y notas de opinión una cosa para después hacer otra.

Es tanta la repugnancia que sentí por quienes posan como adalides de la libertad de expresión que me dije a mi mismo: “hasta aquí llegué”.

Quiero decir: hace más de 20 años que ejerzo el oficio de periodista; conozco perfectamente los condicionamientos que nos ponen para atenuar o directamente diluir nuestra vocación de contar y decir las cosas como uno cree que son, aun a riesgo de equivocarse.

En fin, en casi todos lados he comprobado (eso tan viejo pero siempre vigente) que una cosa es la libertad de prensa y otra la libertad de empresa.

Pero lo que viví en Clarín en los últimos tiempos superó todo… Gracias a Dios, ¡todavía tengo vergüenza!

Pero lo que ya no tengo es estómago para tragarme las cosas que hace este diario en nombre del periodismo.

A esta altura ya no puedo soportar tanto cinismo.

Como cuando desde un título o una nota se insiste en que no decrece el nivel del trabajo en negro y las condiciones laborales son cada vez más precarias, siendo que en todas las redacciones del Grupo se emplea a pasantes a los que se los explota de manera desvergonzada, obligándolos a hacer tareas de redactor por la misma paga que recibe un cadete, sin obra social ni vacaciones.

Es el mismo cinismo de despotricar contra la desocupación al tiempo que se lanzan a la calle nuevos productos sin contratar a trabajadores, duplicando y hasta triplicando el horario de los que ya están dentro de la maquinaria.

Es el mismo cinismo de presionar a redactores para que se conviertan en editores, bajo la promesa (falsa) de que “algún día” se les reconocerá la diferencia salarial.

Si, como se sostiene el martes 15 en la cotidiana carta del editor al lector, “son los medios y los periodistas los que deben regularse y actuar con responsabilidad democrática”, pues bien Sr. Kirschbaum, yo empiezo por esa tarea. Porque si Clarín tanto se rasga las vestiduras asegurando que respeta la libertad de expresión, ¿por qué sanciona a un periodista que vierte, ejercitando esa libertad de pensamiento, una opinión?

Tengo otras cosas para decirle a usted y a quienes lo secundan (si es que a esta altura todavía están leyendo…): la demonización que practica el diario a través de un “inocente” semáforo que cumple la misión de dividir al mundo en ángeles y demonios (según el interés ideológico o comercial del Grupo), ha llegado al nivel de un verdadero pasquín que nada tiene que envidiarle a las publicaciones partidarias.

Es peor todavía, porque éstas tienen la honestidad de reconocerse como expresiones de un partido político o de un espacio ideológico.

En cambio, Clarín se imprime bajo el infame rótulo de periodismo independiente…

En pos de engrosar la cuenta bancaria se ha perdido todo decoro.

Da la sensación de que los que se llaman periodistas o columnistas ya ni sienten un mínimo de pudor por haberse convertido en contadores del negocio mediático, desvividos por saber cuánto dinero ingresa a las arcas; lo único que les falta es salir con el camión de Juncadella.

Digo esto porque ha sido patética, en la misma carta del editor del martes 15, la reacción editorial contra otros medios periodísticos competidores que estarían atreviéndose a morder un pedazo del queso que el Grupo quiere deglutirse, como de costumbre, solito y solo, calificando a aquellos de miserables, travestidos y miembros de una jauría.

¡Después cuestionan a D’Elía o a Moyano por las palabras “ofensivas” que lanzan contra el periodismo independiente y democrático!

La mayoría de quienes me conocen saben de mi simpatía y hasta cierta militancia por el peronismo.

Pero también saben que no me une ningún tipo de relación con el gobierno, ni con su tan temido Observatorio de Medios, ni con los jóvenes de la Cámpora ni tampoco con sus “grupos de choque”.

La aclaración vale para que estén tranquilos y no piensen que durante estos siete años fui un agente infiltrado en el Zonal Morón.

Simplemente amo el trabajo periodístico, tengo pensamiento propio (aunque, qué le vamos a hacer…: no es el políticamente correcto) y un compromiso de honrar mi oficio.

A Ricardo Kirschbaum, a Ricardo Roa y a tantos otros que mandan les digo que estoy preparado para asumir lo que venga, porque no me extrañaría que las redacciones de otros medios empiecen a recibir llamados telefónicos pidiendo que se me prohíba trabajar de lo que soy.

Tan libre me siento, tan espiritualmente íntegro de poderles decir lo que les digo (aunque les resbale), que ya no me importa si la larga mano del Grupo le pone candado a mi futuro para no dejarme otra opción que trabajar como remisero o repositor de supermercado.

Me voy orgulloso de haber seguido aprendiendo lo que es vocación, oficio, dignidad y ejercicio responsable del buen periodismo.

Que me lo dieron los jefes de los zonales y un montón de amigos y compañeros a quienes no voy a nombrar para evitarles quedar marcados por mi cercanía afectiva.

Me voy avergonzado de la conducta de quienes deberían honrar el trabajo periodístico y no lo hacen.

CD/

N&P: El Correo-e del autor es Claudio Díaz diazdeoctubre@yahoo.com.ar

POSDATA: Mis queridos amigos: aquí les he reenviado el texto del correo que despaché hoy a compañeros del diario y a los principales jerarcas (Kirschbaum, Roa, Blanck, Van der Kooy, entre otros) explicando los motivos de mi renuncia. Desde mañana, viernes, dejo de trabajar. Ya saben que también dejo el celular del Grupo. De modo que para comunicarse conmigo por ahora tienen el teléfono de casa y este correo. Espero contar con un nuevo celular la próxima semana. Fuerte abrazo para todos. Claudio.


Fuentes:

Blog ET & MZ
http://periodistas.blog.arnet.com.ar/archive/2008/11/29/vos-boludo-ven%C3%ADs-con-esa-gilada.html

Nota original
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=101332&id=222899&dis=1&sec=1
http://www.bolsonweb.com.ar/diariobolson/detalle.php?id_noticia=14298

Imágen
http://img126.imageshack.us/img126/4950/27389637621fb64462c3oe4.jpg

.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Triste.
Es la realidad que estamos viviendo.
¿Podemos cambiar totalmente de tema?, bueno, aquí va, queremos que se conozcan con Adi y Pedro, son unos amigos nuestros muy piolas. La dirección, es algo así: enserioenbromayenlacocina.blogspot.com
¡Estamos muy contentos de haberlos conocido Tere y Luis!

webmaster tmarin dijo...

Ahora que tengo un ratito me voy a conocer a vuestros amigos...un abrazo para vosotros.
Tere Marin

Anónimo dijo...

Gracias Tere por difundir este material. Vi que tenés entre tus posts anteriores el otro tema que me interesaba abordar que es la muerte de una trabajadora de Clarín de lo cual nadie habló, así que con tu permiso voy a hacer referencia proximamente a tu publicación sobre esa nota, porque me parece directamente criminal y todos deben saberlo.

¡Saludos!

webmaster tmarin dijo...

Hola Martín...
gracias a tí y viceversa..Un abrazo
Tere Marin