jueves, 26 de marzo de 2009

Aumentar las penas a los delincuentes no sirve para nada."



Hace un año de este artículo pero creo que sigue muy vigente....

"No estamos yendo por el camino correcto para enfrentar el crimen y, por lo tanto, no estamos ganándole la guerra a la delincuencia. Aumentar las penas a los delincuentes no sirve para nada."
"El tema número uno es conseguir una policía no corrupta, que no genere delitos", sostiene Mir Puig"

Quien lo afirma, Santiago Mir Puig, se ha dedicado al estudio de la pena y el delito en el Estado social y democrático de derecho. Todo un tema en un contexto de sociedades cada vez más complejas, donde los ciudadanos se sienten indefensos frente al auge de la delincuencia, a nuevas modalidades de la criminalidad y a un debate por ahora abierto entre los llamados garantistas y quienes reclaman leyes cada vez más duras.

La inseguridad pública es un tema omnipresente en la vida de los argentinos, pero se trata de un problema global y no son pocos los expertos que no dudan en catalogar la inseguridad como el gran tema del futuro en la sociedad occidental.

El catalán Mir Puig es un reconocido abogado, especialista en derecho penal y doctor en derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona. Catedrático de derecho penal, ex decano y actual director del Departamento de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Barcelona, y uno de los catedráticos más reconocidos del derecho penal en el nivel mundial.

Ha publicado un Tratado de Derecho Penal y varios libros sobre temas relacionados con pena y delito y la discusión acerca del agravamiento y la ejecución de las condenas o la punibilidad de los menores.

De paso por la Argentina, invitado por el Departamento de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de La Matanza para exponer en el Primer Seminario Internacional de Derecho Penal, el especialista español criticó la tendencia internacional de endurecer las leyes penales, destacó la importancia de una actuación eficaz de la policía y aseguró que el éxito del derecho penal no hay que medirlo respecto de los delitos que se cometen, sino de los que no se cometen.

-La percepción generalizada es que la delincuencia crece y que no se hace lo suficiente para controlarla

-La sensación que tenemos los que nos ocupamos de este problema es que no vamos por el camino correcto. No estamos ganando la guerra contra la delincuencia.

-¿Coincide con quienes dicen que no por endurecer las penas van a disminuir los delitos?

-Yo coincido con quienes sostienen que la eficacia de la pena no está en su gravedad, sino en su certeza. Es decir, lo verdaderamente eficaz es que se aplique el derecho penal, que se detenga a los delincuentes, no que se les aplique más o menos pena. Porque, en general, el delincuente tiene grandes expectativas de no ser descubierto, confía en no ser descubierto. Si uno analiza un tipo de delito muy frecuente, como es el robo, es válido preguntarse si tendría sentido para el ladrón cometer el delito si estuviera seguro de que, indefectiblemente, va a ser detenido. Si roba es porque espera no ser detenido.

-¿Las estadísticas demuestran que existe este optimismo del criminal?

-Por lo menos en España (y en todos lados es parecido), se calcula que para detener por primera vez a un ladrón hace falta que cometa un promedio de veinte robos. Hay una gran parte de los delitos que no se descubren.

-¿Es éste uno de los motivos que ha llevado a un aumento de la percepción de que hay un crecimiento del delito y, por lo tanto, al creciente reclamo de seguridad?

-Es un tema complicado. Usted misma ha hablado de un aumento de la percepción de crecimiento de la criminalidad. Pero no siempre queda claro si esto va de la mano de la realidad. De hecho, ese aumento de la percepción ya ha llevado a que muchos Estados modifiquen sus leyes penales. Y, sin embargo, los delitos siguen existiendo. Por lo pronto, hay que decir que este incremento puede que no sea tan espectacular como la gente cree. En España, las estadísticas demuestran un crecimiento levemente sostenido, paulatino, pero no espectacular. Por ejemplo, si crece el parque automotor, va a haber más accidentes. Si crecen las fábricas, van a haber más problemas de contaminación del medio ambiente. Eso es natural, porque, en forma concomitante al crecimiento general, hay nuevas variables que antes no existían. Droga, criminalidad organizada, lavado de dinero. Delitos más sofisticados, si se quiere.

-Lo que se percibe de manera evidente es que hay una mayor crispación por parte de la gente ante los casos de inseguridad...

-Es cierto, pero esto se explica, en buena medida, por el creciente tratamiento que le dan al tema los medios de comunicación a los delitos más impactantes, como los asesinatos, los abusos sexuales, las violaciones. Sin embargo, el número de estos delitos es pequeño con relación al panorama general de la criminalidad. Los llamados delitos de sangre son pocos. No se pueden ni comparar con los dos grandes apartados de la delincuencia española, que son el robo a la propiedad y el tráfico de drogas.LEE TODO

No hay comentarios: