Fuente.-Las recientes declaraciones de un ex magistrado destituido por corrupción en medios contrarrevolucionarios de Miami, en las que acusó sin pruebas a altos funcionarios de mantener vínculos con el narcotráfico, son sin duda parte del plan conspirativo que se teje en Washington para convertir a Venezuela en un “Estado forajido” y propiciar una intervención extranjera. Este libreto ya fue puesto en práctica en Libia y en Siria, donde como escenario previo a la inducción de la guerra civil se produjo la “deserción” de supuestos partidarios de los mandatarios de turno. La receta es la misma, se les busca, se les compra, y se les promete asilo y protección. En general se trata de personas incursas en procesos de corrupción en sus países que buscan salvar su pellejo transformándose, con ayuda de EEUU, en “perseguidos políticos” de gobiernos que, casualmente, tienen una posición marcadamente antiimperialista. ¿Cómo puede tener credibilidad un magistrado que fue destituido por unanimidad en la Asamblea Nacional por faltas graves calificadas por el Poder Ciudadano, tal y como señala el artículo 265 de nuestra Carta Magna? En esa ocasión, hasta la oposición votó por la remoción de Eladio Aponte Aponte de su cargo en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) . Voceros con ese prontuario, sin solvencia moral, son los favoritos de la Casa Blanca. Respaldamos la decisión de la Fiscalía General de la República de solicitar a la Policía Internacional (Interpol), una alerta roja contra Aponte Aponte, protegido por el Departamento Antidrogas de ese país (DEA, siglas en inglés). Las “revelaciones” de este prófugo de la justicia venezolana en territorio estadounidense, se unen a recientes acontecimientos de violencia que han conmocionado la opinión pública nacional e internacional. Atentados y homicidios contra integrantes de las Fuerzas Armadas; secuestros y asesinatos contra personal diplomático y contra figuras destacadas del mundo artístico, son acciones destinadas a generar en el extranjero una imagen muy negativa del país. A esto debe unírsele, la constante campaña de desinformación en torno a la salud del Presidente Chávez y el juego de las encuestas, al que se prestan los medios de la burguesía, que infla con absurdas cifras la candidatura de la MUD pese a que cada día se siente menos en la calle. El llamado es a mantener la vigilancia revolucionaria y a no convertirnos en cómplices de la propaganda de guerra, destinada a hacernos creer que la situación nacional se encuentra fuera de control de los organismos de seguridad del Estado.
(Tomado de la página Enlace Internacional publicada en el diario DE FRENTE de Barinas) Carolus Wimmer @caroluspcv BARINAS, domingo 22 de abril de 2012
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